Cuando el diluvio, el hombre era muy pequeño
Se llevó a una perrita consigo y luego él fue creciendo
y la diosa de la lluvia, Nakawe,
le decía que la perrita iba a ser su compañera,
pero el no lo creía.
Cuando la diosa Nakawe sembró toda la naturaleza
le dijo al hombre que tenía que hacer su coamil
para seguir su vida como antes era.
Cuando él se iba a su coamil,
la perrita no se quedaba lejos y le cuidaba la casa,
ya que era su única compañera.
La perrita empezó a hacer tortillitas pequeñas
que el hombre encontraba cuando llegaba
y se las tenia que comer,
pero no sabía quien era la que hacia las tortillitas
y le decía a la perrita:
Si tu supieras hablar como yo, me lo dirías,
pero como no hablas, nada puedes decirme.
La perrita consciente, nada más lo oía.
Esto sucedió varias veces
hasta que el hombre un día espió su casa
y vio que era la perrita, la que se quitaba la piel
y se ponía a hacer nixtamal, a molerlo y a tortear
y para ello tenía a su lado una tinaja con agua.
Entonces el hombre tomó la piel y la quemó,
y cuando llego la perrita,
la baño con la masa que ya tenía molida y batida.
Por eso la perra prieta con la pata y la cola blanca
se llama Polipuwa.
Y el hombre, el macho, el perro se llama Watakame.
De ahí nacen los wixaritari,
ellos son nuestros padres.
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