Todo lo que veo es nítido como un girasol.
Tengo la costumbre de andar por los caminos,
mirando para la derecha y para la izquierda…
Y lo que veo en cada momento
es aquello que nunca antes tenía visto.
Me siento nacido en cada momento
para la completa novedad del mundo.
Pienso en el mundo como una pequeña flor,
porque lo veo.
Pero no porque piense en ella;
porque pensar es no comprender.
El mundo no se hizo para pensar en él.
Yo no tengo filosofía: tengo sentidos.
Si hablo de la naturaleza, no es porque
sepa lo que ella es, sino porque la amo.
Porque quien sabe, nunca sabe lo que ama,
ni sabe por qué ama, ni lo que es amar.
Amar es la primera inocencia.
Y toda inocencia, no pensar…
Fernando Pessoa
No hay comentarios:
Publicar un comentario