jueves, 15 de diciembre de 2011

sábado, 10 de diciembre de 2011

sábado, 3 de diciembre de 2011

domingo, 30 de octubre de 2011

Poema

"Debo aprender: Oh vaca, tu fuerza desde el lenguaje, que me es revelado por los astros. Oh león, tu fuerza desde el lenguaje, que el entorno obra en mí durante año y día. Oh águila, tu fuerza desde el lenguaje, que hace surgir en mí lo que brota de la tierra."

Rudolf Steiner.

domingo, 23 de octubre de 2011

La belleza de la desobediencia

TODO LO QUE LLAMAN AMOR





Dr. Friedrich Nietzsche

Codicia y amor, ¡qué sentimientos y cuántas diferencias nos sugieren cada uno de estos términos! Y, sin embargo, podría ocurrir que se tratara del mismo impulso, pero designado de dos modos distintos; o bien de forma calumniosa desde el punto de vista de los saciados, para quienes este impulso ha tenido ya alguna satisfacción y que temen perder lo que “tienen”; o bien desde la perspectiva de los insatisfechos, de los ávidos, que glorifican consiguientemente dicho impulso porque lo consideran “bueno”. ¿No es nuestro amor al prójimo un impulso a adquirir una nueva propiedad? ¿No sucede lo mismo con nuestro amor al conocimiento, a la verdad y, por lo general, con todo impulso hacia nuevas realidades? Cansados poco a poco de lo antiguo, de lo que poseemos con seguridad, extendemos las manos para recibir lo nuevo; ni siquiera el paisaje más hermoso en el que acabamos de pasar tres meses está completamente seguro de nuestro amor, pues un horizonte más lejano excita nuestras ansias. Es que generalmente despreciamos el bien poseído por el hecho mismo de la posesión. Nuestra autosatisfacción trata de ser tan intensa que continuamente está convirtiendo cualquier cosa nueva en parte de nosotros mismos –y en esto consiste la posesión–. Estar harto de una posesión equivale a estar harto de uno mismo (se puede sufrir también por estar demasiado lleno; es el deseo de rechazar, de compartir, que puede encubrirse con el nombre honorable de “amor”). Cuando vemos sufrir a alguien, comprendemos gustosamente que se nos ofrece la oportunidad de apoderarnos de él; es lo que hace, por ejemplo, él hombre caritativo y compasivo, que también llama “amor” al deseo de una nueva posesión, encontrando placer en ello tanto como con la llamada a una nueva conquista. Pero donde se revela más claramente que el amor constituye un impulso que incita a apropiarnos de un bien es en el amor sexual; el amante quiere poseer en exclusiva a la persona que desea, quiere ejercer un poder exclusivo tanto sobre su alma como sobre su cuerpo, quiere ser amado por esa persona con exclusión de cualquier otra, permanecer en ese alma y dominarla como si esto fuera para dicha persona su más supremo y deseable bien. Si consideramos que todo esto representa nada menos que privar al resto del mundo del regocijo de un bien y de una felicidad preciosa, que el amante trata de reducir al empobrecimiento y a la privación a todos los demás contendientes y que sólo aspira a convertirse en el dragón de su tesoro, en el “conquistador”, en el explotador más egoísta y carente de escrúpulos y que, a sus propios ojos, el mundo entero resulta indiferente, descolorido y sin valor, estando dispuesto a sacrificarlo todo, a alterar no importa qué orden, a pisotear cualquier otro interés, nos asombraremos, entonces, de que esta avidez y esta injusticia salvaje del amor sexual hayan podido ser ensalzadas y divinizadas hasta ese punto en todas las épocas; nos asombraremos de que de esta clase de amor se haya llegado a extraer incluso el concepto de amor como lo contrario al egoísmo, cuando de lo que se trata es de la manifestación más desenfrenada de este último. Parece que quienes han creado las expresiones usuales del lenguaje en este terreno han sido los no poseedores, los insaciables –que sin duda constituyeron siempre un grupo demasiado numeroso–






Respecto a quienes la suerte había reservado, en este campo, mucha posesión y satisfacción, han dejado escapar indudablemente aquí y allá alguna palabra contra este “demonio furioso”, como es el caso de Sófocles, el más amable y amado de los atenienses. Con todo, Eros se ha burlado siempre de estos blasfemos –que fueron precisamente sus mayores favoritos–. Ahora bien, podemos encontrar sin duda en la tierra una especie de prolongación del amor en el curso del cual esta codicia ávida y recíproca entre dos personas ha retrocedido ante un ansia nueva, un anhelo nuevo, una sed superior y común de un ideal que los supera; pero, ¿quién conoce este amor?, ¿quién lo ha experimentado?



Su verdadero nombre es amistad.



De «LA GAYA CIENCIA», I, § 14.

lunes, 3 de octubre de 2011

No te amo


No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

Sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.


Pablo Neruda

lunes, 19 de septiembre de 2011

domingo, 11 de septiembre de 2011

sábado, 10 de septiembre de 2011

De "Hojas de hierba"




"Creo que una brizna de hierba no es inferior a la jornada de los astros
y que la hormiga no es menos perfecta ni lo es un grano de arena...
y que el escuerzo es una obra de arte para los gustos más exigentes...
y que la articulación más pequeña de mi mano es una vergüenza para todas las máquinas.

Quédate conmigo este día y esta noche y poseerás el origen de todos
los poemas.

Creo en tí alma mía, el otro que soy no debe humillarse ante tí
ni tú debes humillarte ante el otro.

Retoza conmigo sobre la hierba, quita el freno de tu garganta.

(...)

Creo que podría retornar y vivir con los animales, son tan plácidos y
autónomos.
Me detengo y los observo largamente.
Ellos no se impacientan, ni se lamentan de su situación.
No lloran sus pecados en la oscuridad del cuarto.
No me fastidian con sus discusiones sobre sus deberes hacia Dios.
Ninguno está descontento.
Ninguno padece la manía de poseer objetos.
Ninguno se arrodilla ante otro ni ante los antepasados que vivieron hace milenios.
Ninguno es respetable o desdichado en toda la faz de la tierra.
Así me muestran su relación conmigo y yo la acepto.

(...)

No pregunto quién eres, eso carece de importancia para mí.
No puedes hacer ni ser más que aquello que yo te inculco. "



Walt Whitman "Hojas de hierba"

Pisa suavemente


"Si tuviese las telas bordadas del cielo,
bordadas con la luz dorada y plateada,
las telas azules y las tenues y las oscuras.
De la noche y la luz y la media luz,
... extendería la telas bajo tus pies.
Pero, siendo pobre, sólo tengo mis sueños.
He extendido mis sueños bajo tus pies,
pisa suavemente, pues pisas mis sueños."

William Buttler Yeats

domingo, 21 de agosto de 2011

sábado, 13 de agosto de 2011

Sabiduría del silencio.



Habla simplemente cuando sea necesario.
Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca.
Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir las palabras por la boca dejas salir al mismo tiempo parte de tu vitalidad.
Desarrolla el arte de hablar sin perder la energía.
Nunca hagas promesas que no puedas cumplir.
No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque esto producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de intención.
Si no tienes nada verdadero, nuevo y útil que decir es mejor quedarse callado y no decir nada.
Aprende a ser como un espejo, escucha y refleja la energía. El Universo mismo es el mejor ejemplo de espejo que la naturaleza nos ha transmitido porque el Universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo las formas de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.
Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tus decisiones después, así desarrollarás la confianza en ti mismo y en la sabiduría.
Evita el hecho de juzgar y de criticar a la gente. El Tao es imparcial y sin juicios, no critica, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es separarte, expresar tu opinión personal. Es una pérdida de energía, puro ruido.
Deja que cada cual resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo. No te defiendas. Cuando tratas de defenderte estas dando demasiada importancia a las palabras de los otros y das más fuerza a sus opiniones. Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que “escuchas”. Que son simplemente opiniones y que no tienes que convencer a los otros para ser feliz.
Tu silencio interno te vuelve sereno. Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar al ego. Practica el arte de no hablar.
Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial dejando brotar la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría el “silencio”. Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte. Así pues, quédate en silencio.
Cultiva tu propio poder interno.
Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son o lo que tienen capacidad de ser.
Instálate en el silencio y la armonía y sigue la vida sagrada del Tao

martes, 1 de marzo de 2011

sábado, 19 de febrero de 2011

"Mi fórmula para expresar la grandeza en el hombre es el amor fati (amor al destino): el no-querer que nada sea distinto ni en el pasado ni en el futuro ni por toda la eternidad. No sólo soportar lo necesario y, aún menos, disimularlo -todo idealismo es mendacidad frente a lo necesario- sino amarlo."

F. Nietzsche. Ecce Homo

viernes, 4 de febrero de 2011

Yo no tengo filosofía: tengo sentidos.

Todo lo que veo es nítido como un girasol.
Tengo la costumbre de andar por los caminos,
mirando para la derecha y para la izquierda…
Y lo que veo en cada momento
es aquello que nunca antes tenía visto.
Me siento nacido en cada momento
para la completa novedad del mundo.
Pienso en el mundo como una pequeña flor,
porque lo veo.

Pero no porque piense en ella;
porque pensar es no comprender.
El mundo no se hizo para pensar en él.
Yo no tengo filosofía: tengo sentidos.
Si hablo de la naturaleza, no es porque
sepa lo que ella es, sino porque la amo.
Porque quien sabe, nunca sabe lo que ama,
ni sabe por qué ama, ni lo que es amar.
Amar es la primera inocencia.
Y toda inocencia, no pensar…


Fernando Pessoa

We are all connected (subtitulado)

miércoles, 19 de enero de 2011

Desodorante NATURAL






El alumbre es un mineral natural, apreciado desde la antigüedad que ahora se vuelve a redescubrir como antiguo remedio milagroso para las irritaciones de la piel y el mal olor corporal. Cuatro siglos en el olvido y ahora la comunidad científica lo resucita tras haber seguido investigando sus propiedades en distintas áreas de la medicina natural.
Los romanos conocían bien las cualidades cicatrizantes y bactericidas del mineral de alumbre, y lo usaban como desodorante ecológico, incluso como medicamento.



En Holanda es apreciado sobre todo como aftershave. En Francia, en cambio, aprecian tanto o más sus propiedades como desodorante. Natural como ninguno y eficaz como el que más.

Usos cosméticos del mineral de alumbre
Durante siglos ha sido utilizado como desodorante para controlar el olor corporal, y también para evitar la irritación de la piel después del afeitado o la depilación, entre otras muchas aplicaciones.

¿Cómo se aplica? Al ser soluble en agua, basta pasar la piedra humedecida sobre la zona de piel en que queramos utilizarlo. Quizás en un futuro no muy lejano podamos ver formas de aplicación mucho más cómodas y prácticas.


El desodorante de cristal
El mineral de alumbre ya era utilizado en la antigüedad como desodorante natural. Aplicado en la axila como una fina capa invisible, tras humedecerlo con agua, el mineral de alumbre proporciona un eficaz efecto desodorante, gracias a su capacidad natural para destruir las bacterias que, al descomponer el sudor, son las verdaderas causantes del mal olor corporal.

Alumbre de afeitar
El alumbre en polvo tiene importantes propiedades astringentes, por lo que se utiliza también como aftershave para prevenir la irritación de la piel después del afeitado, y para evitar infecciones como consecuencia de los pequeños cortes que pueden producirse.

Depilación a la cera o por cualquier otro método que cause irritación
En Oriente Medio, el alumbre era utilizado tras la depilación para evitar la irritación de la piel.

Origen volcánico
El alumbre es un mineral que se presenta en la naturaleza en forma de cristal. Se obtiene de una roca magmática, de origen volcánico, denominada traquita alunífera, que una vez procesada se convierte en alumbre potásico. Los depósitos minerales de alumbre se originan en distintas fases del largo proceso geológico que sufren las rocas volcánicas, procedentes de la masa en fusión existente en el interior de la tierra. Los cristales de alumbre puedan tener variaciones en apariencia, color o textura, aunque todos mantienen sus propiedades.

Mercancía de lujo en la Edad Media
En la Edad Media, el alumbre adquirió un gran valor y llegó a ser codiciado por papas, arzobispos y reyes.
Plinius, escritor y famoso naturalista romano, fue el primero en llamarlo “Alumen Romanum” en su “Naturalis Historia”, y el griego Dioscórides da buena cuenta de este mineral en su obra “De Materia Medica”, todo un tratado de referencia.



http://www.bellezapura.com/2008/05/06/alumbre-la-primera-piedra-desodorante-de-la-cosmetica-mineral/

sábado, 1 de enero de 2011

De Christopher McCandless...

“Quiero repetirte los consejos que te di en el sentido de que deberías cambiar radicalmente de estilo de vida y empezar a hacer cosas que antes ni siquiera imaginabas o que nunca te habías atrevido a intentar. Sé audaz. Son demasiadas las personas que se sienten infelices y que no toman la iniciativa de cambiar su situación porque se las ha condicionado para que acepten una vida basada en la estabilidad, las convenciones y el conformismo. Tal vez parezca que todo eso nos proporciona serenidad, pero en realidad no hay nada más perjudicial para el espíritu aventurero del hombre que la idea de un futuro estable. El núcleo esencial del alma humana es la pasión por la aventura. La dicha de vivir proviene de nuestros encuentros con experiencias nuevas y de ahí que no haya mayor dicha que vivir con unos horizontes que cambian sin cesar, con un sol que es nuevo y distinto cada día. Si quieres obtener más de la vida, Ron, debes renunciar a una existencia segura y monótona. Debes adoptar un estilo de vida que al principio te parecerá enloquecedor. Sin embargo, una vez que te acostumbres, comprenderás el sentido de una vida semejante y apreciarás su extraordinaria belleza. En pocas palabras, deja Salton City y ponte en marcha. Te aseguro que sentirás una gran alegría si lo haces. No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada, renueva cada día tus expectativas. Aun te quedan muchos años de vida, Ron, y sería una pena que no aprovecharas este momento para introducir cambios revolucionarios en tu existencia y adentrarte en un reino de experiencias que desconoces…”
Rather than love, than money, than faith, than fame, than fairness, give me truth.